CONSEJOS PARA AFRONTAR CON ÉXITO EL OTOÑO
En el otoño los órganos que lideran la fisiología corporal son el PULMÓN y el INTESTINO GRUESO.
Esta estación se caracteriza porque se produce una inversión de la calidad de la energía tanto en la naturaleza como en nuestro organismo. Si hay alguna dificultad en este proceso, se desencadenan situaciones muy comunes en esta época del año: cansancio, apatía, catarros que no terminan de recuperarse, erupciones cutáneas, …
- El sabor de los alimentos que ayuda a la función pulmón e intestino grueso y, por tanto, a esta adaptación es el PICANTE. Así que un poco de pimienta o curry en las comidas, no estaría mal en esta época del año.
- En la respiración aumenta el tiempo espiratorio torácico. Así que si quieres trabajar desde la respiración, puedes dale más importancia y presencia al movimiento costal durante la espiración (que la espiración dure más que la inspiración).
- El estado de ánimo de forma natural se vuelve más triste porque tenemos que dejar las actividades del verano, separarnos de lo inútil y quedarnos solo con lo esencial. Ese cambio en el humor es normal y hay que aceptarlo. Con cuanta mayor naturalidad se viva, menos trabas pondremos a la adaptación.
- Hacernos deslizamientos suaves en el abdomen (por la zona donde transcurre el intestino grueso) en el sentido de las agujas del reloj, estimulará al colon y favorecerá su función.
- Realizar movimientos del tronco desde la posición de pie (o sentado) hacia delante (flexión) durante la espiración. Este ejercicio va a favorecer el cierre costal, que los pulmones puedan exprimir mayor cantidad de aire y que en el intestino haya cambios de presión. De este modo ayudaremos al metal a que realice su función (separar lo útil de lo que ya no sirve).
- También puede ayudar para el mismo objetivo realizar ejercicios de inclinación lateral o rotación de tronco en espiración, visualizando cómo el movimiento ayuda a comprimir la caja torácica (facilitando la espiración torácica) y el abdomen.
Es un gran momento para recibir una sesión de Poyet-Pialoux ya que se equilibra todo el organismo (física y energéticamente), favoreciendo la adaptación y previniendo las alteraciones típicas de esta época del año. Por ejemplo, es una buena opción para ayudar a los niñ@s y adolescentes en su proceso de adaptación al inicio de las clases.
